Hoy te traigo una entrevista muy especial.
La entrevistada se llama Sandra González Murga y vive en la provincia de Córdoba.
Va a compartir contigo como logró superar, no solo sus migrañas, sino también la fibromialgia que padecía.
Las bases de los patrones de dolor en ambos casos son muy parecidos y ella consiguió eliminar los dos.
Espero que te guste. Y recordarte que también puedes leer mi historia de exmigrañosa y el artículo recopilatorio con todas las entrevistas del blog en: "Ya no sufro migraña: resumen de entrevistas a exmigrañosos"
Séfora: Hola. Bienvenida. Sandra tiene un proyecto muy bonito que puedes ver en Sandra Murga y una historia muy interesante que me apetecía mucho compartir con vosotros. Cuéntanos Sandra, ¿Cómo era tu vida hace unos años cuando las migrañas y la fibromialgia formaban parte de tu vida?
Sandra: Recuerdo tener como procesos de enfermedad y sintomatología desde bien jovencita. De hecho, una de las cosas que más me invalidó durante mi época de adolescente y de carrera, fueron mis migrañas. La forma de tratarlas quizá no fue la adecuada y siempre digo que la vida primero te susurra, luego te habla más fuerte y sino la escuchas te chilla. Por aquel entonces mi vida y mi cuerpo ya me estaban queriendo decir algo ya que cuando tuve migraña durante tantísimos años no le supe escuchar. Pasados unos años las migrañas empezaron a gritarme y acabé sufriendo fibromialgia junto con un montón más de síntomas.
Séfora: Esa era mi siguiente pregunta, ¿Qué síntomas presenta la fibromialgia?
Sandra: Aunque tienen síntomas comunes, cada persona lo vive de una manera totalmente diferente. A cada uno se le pueden acusar ciertos síntomas más que a otros. En mi etapa sintomática tenía unas contracturas terribles. La zona de la espalda y de los hombros la tenía siempre contractura da. Sufría dolores en el brazo que me bajaban hasta la muñeca, era como si me partieran los huesos. La sensación era como si un torniquete de madera me estuviera apretando. Ese dolor lo tenía prácticamente en todas las articulaciones del cuerpo. El dolor articular era importante, y los tobillos eran una de las partes que más sufrían. Además, el dolor de cabeza era constante, no se quitaba nunca, y lo raro era un día de la semana que no me doliera la cabeza. No te sé decir cuál de estos tres era la más invalidante.
Séfora: Es que así no podrías disfrutar de la vida, estudiar.
Sandra: Claro, empecé a dejar de hacer cosas, y ya empecé a dejar de salir. Al finalizar mis estudios y comenzar a trabajar mis bajas eran constantes. El insomnio fue algo que se acusó mucho a lo largo del tiempo. También tenía muchos problemas a nivel digestivo. Sufría de un estreñimiento crónico que por más que tomara cosas no se solucionaba. Tenía ardores y hacía mal las digestiones.
Séfora: Eso es algo común en casi todos los que sufren migraña, es una tríada. Primero dolor de espalda con contracturas casi constantes, y además no somos conscientes de esa tensión constante, en mi caso yo apretaba muchísimo la mandíbula y todas las mañanas tenía dolor de oídos de mandíbula y de cuello. Segundo el dolor de estómago y por último el dolor de cabeza. Y es algo que tú también sufrías.
SANDRA: Sí, por aquel entonces lo pasaba muy mal. Además, tenía muchos problemas de piel, la tenía sequísima, se me cuarteaba y además me dolía con cualquier roce y luego la fatiga. Tenía mucha fatiga y cansancio. Llegaba un momento en que a las dos horas de levantarme, ya no podía más. Yo me decía: "por Dios que se acabe el día, si lo que yo quiero es acostarme ya". Pero fíjate tenía pánico a acostarme porque sabía que no iba a dormir. Y entonces entré en una espiral de lamento y de dolor insufrible. Y ahí empieza toda la sintomatología a nivel mental: el estrés, la ansiedad y la hipersensibilidad emocional.
Séfora: Claro. Hay personas que sufren migraña que también tienen ansiedad, depresión y patologías que pueden provocarse al tener que gestionar tanto dolor.
Sandra: Sí, totalmente.
Séfora: Explícame Sandra, ¿cuál fue tu punto de inflexión? Ese día que te dijiste aquí tengo que hacer algo.
Sandra: Yo tuve dos puntos de inflexión importantes. Hubo un día que no se me va a olvidar nunca, porque aquel día me di cuenta que ya había tocado fondo. Después de llevar como 6 semanas de baja en casa y en la cama, porque ya no podía con mi alma. Y esto es así, no podía no solo con mi cuerpo, sino era también con mi alma. Recuerdo que me llamó mi jefa para preguntarme como estaba. Yo siempre he sido una persona positiva y optimista, pero empecé a decirle todo lo que me pasaba y me puse a llorar desesperada y le dije que no quería vivir así. Ese fue un punto de inflexión. Y me dije: "Hasta el momento todo lo que yo he probado es medicina alopática y dar vueltas de un especialista a otro. Me voy a poner a buscar otras alternativas". Y ahí empecé a probar otro tipo de terapias. Yo vivo en Pozoblanco, un pueblecito al norte de la provincia de Córdoba. Y a mí que me agotaba ir hasta el trabajo imagínate pegarme un viaje a Madrid. Empecé a ir a un especialista del que me habían hablado y empecé con acupuntura, hidroterapia de colon, medicina natural, terapia cráneo-sacral, kinesiología...Llegaba allí por la mañana y volvía a casa por la noche hecha polvo, pero hasta el punto que luego estaba dos días en cama. Después estaba dos o tres días que dormía súper bien. Así que me ayudó mucho a regular el sueño. Estuve con este especialista un año, pero había cosas que no terminaban de mejorar. Había mejorado mucho en mis dolores de cabeza, en las contracturas, a nivel digestivo y el insomnio, pero el dolor articular no había desaparecido, lo seguía teniendo.
SÉFORA: Además de estas terapias físicas, ¿también había cambios a nivel emocional y mental?
Sandra: En ese momento no, aún me faltaba ese último escalón, puesto que aún tenía los dolores. Además, yo seguía yendo a mis médicos tradicionales. Recuerdo que, como el dolor seguía, yo estaba desesperada y entonces fui a mi reumatóloga y le dije: "quítame el dolor, no puedo más con esto, tiene que haber algo". Entonces me dijo que con todo lo que habíamos probado, porque muchos medicamentos me daban efectos secundarios, era ponerme parches de morfina. Ese fue mi segundo punto de inflexión. Había cumplido los 30 años, ahora voy a cumplir 37, y entonces me dije: "si con esta edad ya empiezo con esto, ¿Qué futuro me espera?"
SÉFORA: Es que tanto la migraña como la fibromialgia no son enfermedades mortales, pero que te impiden llevar una vida normal, son incapacitantes a nivel físico y mental. Lo que yo llamo un secuestro en vida, no te dejan vivir.
Sandra: Claro, es que yo me negué con la edad que tenía a que esa fuera mi vida. Ese punto de inflexión fue el que me abrió las puertas al desarrollo personal que a mí me ha permitido llegar al punto en el que estoy ahora. A raíz de ahí, lo que yo hice fue desintoxicarme de la medicación y un cambio de alimentación importantísimo.
SÉFORA: Me gustaría hablar contigo acerca de los conocidos como desencadenantes alimentarios: el chocolate, el vino tinto, los embutidos...¿a ti te provocaban migraña?
Sandra: Sí, totalmente.
Séfora: Y a día de hoy ya no te provocan migrañas.
Sandra: No ya no, aunque algunos no los tolero bien.
Séfora: Pero actualmente ya no tienes miedo a la comida, que es algo que muchas personas con migraña tienen. Y en vez de enfrentarse, se alejan.
Sandra: Pero yo creo que lo importante es retirarlos para darte cuenta que es lo que te sienta mal de verdad o que es a lo que tú le tienes miedo. Porque comemos tantas cosas que nos pueden sentar mal juntas que si tu no haces una restricción importante y lo empiezas a reintroducir poco a poco no vas a ser consciente de cuál es la que te está sentando mal.
Séfora: Sí. Yo creo que si tratas solo la alimentación tu migraña o tu fibromialgia no van a desaparecer, pero es un escalón que hay que subir. Cuéntame ahora en esta última parte de la entrevista como te encuentra ahora.
Sandra: A día de hoy soy una Sandra mejorada, no la que era antes. Me encuentro superenérgica. Yo me como los días. No significa que todos los días son iguales, no quiero llevar a engaño. Y yo, hay días que estoy de bajón como cualquier mortal. Y algún día de manera aislada me duele la cabeza, pero de manera aislada. Y entonces analizo porqué me ha dolido. O si después de tanto tiempo m empieza a doler el hombro analizo porqué me está doliendo. Lo que yo trabajo mucho es saber de dónde viene cada síntoma. Hay que mirarse a uno mismo como prioridad. El perfil de personas que sufrimos este síndrome en la mayoría de ocasiones no nos tenemos como prioridad.
Séfora: Así que tu hiciste eso que tienes en tu web: creer en ti y no en tu diagnóstico. Buscar las respuestas hasta encontrar la solución. ¿Qué les dirías a esas personas que te están leyendo ahora y que sufren migraña y puede que fibromialgia?
Sandra: Hay varios puntos importantes. Primero como he dicho el tema de la alimentación, ese hay que mirarlo. Otro punto es el de la autoestima, que hay que elevarla. Tú tienes que ser la prioridad, hay que quererse. Si no lo haces, el resto no va a funcionar. Eso es prioritario. Después hay que analizar hábitos porque hay determinadas cosas que son destructivas para nosotros. Como por ejemplo el deporte, las relaciones con los demás, o como se mira al mundo y al futuro. Hay que soltar el control y aprender a perdonar. Primero a nosotros y luego a los demás.
Séfora: Es una buena reflexión. En mi caso yo veía el mundo y mi día a día como una batalla, en la que siempre quería ganar. Entonces comencé a mira a la vida desde otro ángulo, no como una batalla, sino como un sitio en donde estamos todos juntos con un mismo objetivo, haciéndolo lo mejor que podemos con las herramientas de las que disponemos en ese momento.
Sandra: Y el tema de resentimientos. Hay cosas que ya no sirven. Hay que decirles adiós. Así un poco por encima es lo que yo suelo trabajar. Me meto también en la parte espiritual, que no religiosa.
Séfora: Todos tenemos nuestra creencias, y a veces hay que ver un poquito más allá.
Sandra: Sí, de hecho, hay que estudiar las creencias en general. Que nos hace vivir cada día de la manera que lo hacemos. Hay que replanteárselo todo y poner la vida patas arriba. Por eso siempre digo que el camino no es fácil. Cuesta, porque cuesta mucho luchar contra nuestras creencias, nuestros hábitos, nuestras rutinas. Porque tendemos a ser, no me gusta mucho decir esta palabra, cuadriculados. El control es el que hay que soltarlo. Y entonces cuando uno llega a un punto de paz y de coherencia consigo mismo, con lo que piensa, dice, hace y siente la salud llega.
Séfora: Totalmente de acuerdo Sandra, tienes que llevar una vida en coherencia con tus valores. Con esto último me quedo. Con dejar ir, liberarse y encontrar el equilibrio. Muchísimas gracias por contestar a mis preguntas.
Sandra: Muchísimas gracias a ti y por querer que te contara mi experiencia y ojalá que pueda ayudar a alguien.
Nos vemos más abajo, en los comentarios. ¿Quieres hacerle alguna pregunta a Sandra? ¿Conoces a alguien que sufra fibromialgia?
Descubre los errores que te alejan de la curación.
3 ERRORES QUE COMETES CON TU MIGRAÑA
Soluciónalos hoy.
Creadora de Vivir Sin Migraña y autora de este blog.
Trabajo con personas que sufren migraña puesto que soy ex migrañosa y bióloga.
Hola Séfora y Sandra,
Me parece muy útil esta entrevista para concienciar a la gente que sufre dolencias que como decís “secuestran tu vida” (me ha gustado mucho ese término), sean conscientes de que el tratamiento empieza por uno mismo, por dar la importancia que se merece a nuestro cuerpo y saber escucharlo, nadie mejor que nosotros va a saber lo que nos está siendo útil o no. La importancia de ser plenamente activos, como hizo Sandra, interesándose por alternativas a su tratamiento en ese momento y descubriendo de donde vienen sus síntomas en ocasiones, son claves para poder encontrar una solución que nos libere de ese estado tan doloroso.
El problema es que en la mayoría de las ocasiones necesitamos un punto de inflexión para empezar a hacer esto, no somos capaces de empezar a hacerlo “sin tocar fondo”,pero bueno, bienvenido sea si eso nos hace cambiar.
Yo me incluyo en el punto de inflexión, el mío fue por unos dolores de espalda debido a dos hernias discales lumbares que también me tenían secuestrada en casa y en el sillón. EL hecho de necesitar analgésicos a todas horas y ver que no podía hacer nada de lo que era mi vida hasta entonces,también me hizo decir, con mi edad cómo vamos a estar en esta situación??? Si le sumamos el hecho de que si no mejoraba tendría que pasar por quirófano, eso fue el turbo para empezar a perder el peso que me habían recomendado, y bingo, buena alimentación, caminar todos los días 10 minutos (al principio me era imposible hacer más) e ir aumentando el tiempo según iba mejorando, hiceron que perdiera peso y que los analgésicos los tomara solo de forma puntual. Poco a poco sigo recuperando mi modo de vida (aún estoy en ello).
Gracias a ambas por compartir estas palabras con nosotros y felicidades por haberos liberado de vuestros dolores.
Un saludo y buen día.
Hola Ana,
muchas gracias por tu comentario.
Es una excelente reflexión el analizar porque, hasta que uno no toca fondo, no comienza a hacer cambios serios en sus hábitos para mejorar su salud.
Tal y como tu dices en tu blog debemos responsabilizarnos de nuestra salud, que no debería delegarse íntegramente en otros y, y ser pacientes activos. No quedándonos solo en la superficie de los tratamientos establecidos.
Un saludo y mucha fuerza para conseguir liberarte tú de tus dolores.
Hola Séfora, gracias por este nueva evidencia de que el cuerpo nos habla, de que el síntoma, el que sea, en muchísimos casos es el chivato de que algo no está yendo bien. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice Sandra de que el cuerpo chilla.
Porque la mayoría de las veces nos envía mensajes pero no estamos dispuestos a escucharlos y no estamos dispuestos a aceptar la responsabilidad. Es más “fácil” tomar esa pastilla que nos solucionará todo. También es cierto que es lo que nuestro entorno social nos vende y hemos crecido con esa creencia que lo único que hacer es quitarnos nuestra capacidad de autorregularnos.
Lo he vivido de cerca, ese nudo en el estómago y sensación de manero ante una situación que me daba miedo, la tensión y contracturas cuando me sentía insegura.
Observándonos, tomando conciencia de lo que nos pasa y pasando a la acción buscando alternativas es como podemos salir de ahí y es lo que propongo en muchos casos a mis clientas.
Me alegra ver más casos de personas que lo han superado porque me da esperanza de que poco a poco vamos avanzando. Un abrazo.
Hola Montserrat,
mil gracias por pasarte a visitarme.
Mucha veces cuando estamos en esa espiral oscura de contracturas, pensamientos negativos y medicación nos pensamos que es algo que solo nos pasa a nosotros y que nadie más está sufriendo como nosotros. Al compartir la historia de Sandra y tu experiencia del comentario, vemos que es algo muy común y que tiene solución.
Me alegro mucho que cada vez más seamos valientes y demos un paso al frente para decir: “yo también lo pasé mal y lo he superado”, para motivar a todos aquellos que aún están luchando.
Un abrazo.
Hola Séfora, he llegado aquí gracias a que una amiga me ha recomendado esta entrevista. En mi situación actual, la de Sandra en un principio, es un poco difícil de creer que este secuestro realmente tenga fina. En mi caso ya he probado anteriormente homeopatía, tratamientos de histamina, fisioterapia, terapia cráneo sacral e incluso kinesiología sin mejoras. A mi no me afecta la comida directamente, es decir, chocolate = migraña, pero si me afecta mucho lo emocional y lo climatológico. En lo emocional voy progresando poco a poco, se sabe que es un cambio duro y largo de hacer, pero veo que Sandra habla de cambios en su alimentación que han sido determinantes y me gustaría saber cuales son. A mi no siempre la misma comida me sienta mal, por lo que no puedo achacarlo a algo concreto y, asumo, que como casi todas ya estoy en el saco del colon irritable. Ahora mismo se me hace difícil hasta respirar por dias. Y solo tengo 33 años recién cumplidos. Gracias por tu dedicación y por compartir estos testimonios
Hola Rocío, bienvenida pues. 🙂
Comprendo tu escepticismo, ver a alguien que te diga ya no tengo fibromialgia ni migraña, como mi caso de los dolores de cabeza, es algo muy impactante si no lo has oído antes.
Según mi experiencia nada de lo externo que puedas hacerte (masaje, acupuntura…) funciona, obviamente es una mejora y una ayuda en el camino, pero para la curación definitiva y total el cambio tiene que ser interno. Tú misma lo sabes, al destacar el desencadenante emocional.
El colon irritable, las diarreas, crohn y la acidez parten de lo mismo, cuando eliminas ese patrón mental que lo genera, también estos síntomas desaparecen. Así que hay que atacar primero a la mente, y luego a la comida. Sandra te responderá con más detalles y agradezco que hayas comentado.
Mucha fuerza y ánimo para esta etapa en la que te encuentras, piensa que después de la noche más oscura, siempre amanece.
Hola Rocío, muchas gracias por tu comentario. Comprendo que en este momento puedas ver la dificultad de superar algo tan difícil y doloroso.
Yo estuve justo donde te encuentras ahora mismo, y esas ganas que tienes de buscar alternativas fueron las que hicieron mejorar hasta el punto de llevar a día de hoy, 6 años y medio sin síntomas.
En mi caso, la alimentación fue un pilar clave, pero no él único. Sino que es área abrió la puerta a muchas otras, abrió la de la actividad física, la del desarrollo personal, la de aprender a poner límites, a trabajar mi autoestima, a mejorar mi inteligencia emocional, …. y así, con muchas otras.
Cuando una persona cree en si misma, y toma la determinación de sanar, de cualquier cuestión que esta sea, el primer paso que da, le lleva a dar muchos otros. Porque las desviación de un solo grado en la trayectoria, te lleva a un lugar distinto.
En mi caso fue la alimentación, tengo clientes que han comenzado por la autoestima, o por la aceptación, o por el deporte, o por la no dependencia emocional, o por alejarse de algo o alguien que les hacía mucho daño…
Todo influye: somos cuerpo, mente, espíritu y mi mantra es “hay tantas fibromialgias como personas”, por lo tanto, en cada persona hay unas áreas que hay que revisar más que otras. Pero hay que verlas todas. Sin tratar la causa, no desaparecen los síntomas, sólo se atenúan.
Espero ayudarte con estas líneas.
Un beso enorme
Sandra
Hola, mi nombre es Valeria, tengo 15 años y me diagnosticaron migraña a los 9 años. Digamos que en ese momento los dolores de cabeza no eran tan fuertes, ni frecuentes; pero al cumplir los 11 años, mi migraña tomó un revuelo total. Las crisis comenzaron a ser mucho más fuertes y frecuentes, es por eso que entre los 11 y 12 años me hospitalizaron 6 veces, sin contar las innumerables veces que fui de emergencia. Cada día era una lucha constante, a veces el dolor calmaba unas horas y de pronto regresaba con mucha intensidad; ya no sabía que hacer, solo optaba por llorar del dolor y la desesperación. Se que no solo yo sufría, mi familia tambien lo hacia conmigo. Algunas personas dicen piensan que la migraña es un simple dolor de cabeza y te dicen “exagerada” o piensan que esa solo es una excusa para no cumplir sus labores. La migraña no es un simple dolor de cabeza, una crisis puede durar muchos dias, hasta más de una semana, junto con nauseas, vómitos, mareos, visión de luces/distorsionada, sensibilidad a la luz y ruidos, sensasión de hormigueo/adormecimiento en brazos o piernas, sensación de sordera, debilidad, etc. Aunque siempre diga que no, esas palabras me afectan emocionalmente, realmente nadie sabe lo que has pasado, si ellos no han vivido una situación similar. Nunca me voy a olvidar de las palabras de un mal medico “No puede venir tantas veces de emergencia, es imposible que el dolor sea tan frecuente. ¿Ya sacó cita con el psiquiatra?”, ¿Psiquiatra? ¡Yo no tengo la culpa de que mi migraña sea tan frecuente!, en ese momento no me importó lo que dijo, solo queria que mi dolor calmara. Pero después hasta me hizo dudar, ¿Realmente tenia migraña?” “Realmente me puede doler tanto la cabeza?”, pero luego de leer esta entrevista, me doy cuenta que yo no estaba equivocada. A partir de ese año mi vida comenzó a ser un poco más sedentaria por decirlo asi, ya no asistía seguido al colegio, comenze a tener poca actividad fisica y asi; es por eso “despertó” un padecimiento con el cual nací. Descubrimos que tenia una malformación intestinal, lo cual causaba estreñimiento y me causaba dolor estomacal. Tambien tengo otros padecimientos, si bien no son tan fuertes, pero si son algo molestosos. Hace un par de meses, nuevamente fui hospitalizada por la migraña, esta vez no estabamos muy seguros si era eso, ya que el dolor era muy diferente al acostumbrado, es por eso que me hicieron exámenes y descubrieron que esta vez la migraña se produjo debido a una contractura muscular en la parte superior de la espalda, y hasta hace unas semanas estuve yendo a terapia fisica. Ya no quiero seguir viviendo asi, estoy cansada de vivir con dolor, a veces me gustaria que todo esto fuera un terrible sueño, quiero cambiar, pero no se como empezar.
Hola Valeria, siento por lo que estás pasando.
Como ya te he dicho en tu comentario en Instagram, ni estás loca, ni la migraña es para toda la vida.
Ciertamente es al revés y simultáneo, las contracturas aparecen como acto reflejo por lo que pensamos, pero no causan la migraña.
Un abrazo fuerte y a seguir luchando.
Hola Sandra cielo la verdad es que me ha impresionado tú historia y la verdad que con esto nos hace pensar que tenemos que seguir adelante y que cuando nos pasa algo es porque el cuerpo nos está diciendo que le escuchamos yo llevo dos tres años con depresión y ansiedad ahora me han venido dolores a los hombros y a la espalda no sé si será fibromialgia tampoco quiero ir al médico para que me lo diagnóstico porque estoy cansado de diagnosticos estoy trabajando mucho el tema de las emociones la negatividad que tengo y la verdad es que tengo mucha negatividad pero trato de no involucrarme mucho en ella y dejarla pasar ahora en estos momentos digamos que no sé si he tocado fondo pero me da la sensación de que sí que le tocado estoy mucho con el tema espiritual como tú bien dices no a una religión especifica si no aunque somos todos de la misma fuente ahora cuido mi alimentación desayuna bien como bien y ceno poco estoy también tomando unos suplementos alimenticios que me van a venir muy bien cada vez que me vienen los dolores y la ansiedad me digo a mí mismo venga va un empujoncito más va no me resisto a síntoma simplemente lo vivo y de esa manera me resisto pero bueno que sepas que te doy gracias de todo corazón por tu historia muchas gracias por compartirlo yo sé que de esto voy a salir tengo paciencia y me observo bastante pongo el límite y cada día me quiero un poquito más gracias de nuevo por compartir tu historia porque nosotros somos los únicos de poder sanarnos a nosotros mismos
Hola Sergio, muchas gracias. Claro que si, siempre adelante, porque cada paso que das, por pequeño que te parezca te puede acercar a la meta. He trabajado varios casos de personas con situaciones parecidas a la tuya: síntomas, sin diagnóstico definido, pero que ya había excluído otras patologías y solo puedo decirte que, siguen mejorando día a día y el dolor, la fatiga, la ansiedad, ya no son protagonistas en su vida. Muchísimo ánimo, de corazón. Un beso y una última cosa ¡tú puedes!
Plaza Navona te quería preguntar cuándo sabe uno con certeza que ha tocado fondo porque me da la sensación que yo he tocado varias veces esa sensación en la que dices ya no puedo más esa sensación en la que estás completamente agotado pero aún así al final hay una voz que te dice venga un poquito más tú puedes en fin saldrá ya me dirás cuándo estás con seguridad de qué has tocado fondo y también comentarte de que a mí el diagnóstico de fibromialgia no me lo han dado tampoco voy al médico para que me diga el diagnóstico porque la verdad es que ahora no tengo ningún interés ves a ver si lo tengo o no lo tengo solo se los dolores que tengo que son los hombros las rodillas la espalda pero bueno yo sé que todo es para algo y de esto voy a salir muy fortalecido bueno Sandra decirte que muchas gracias por contestarme y cuando puedas si me puedes contestar cuando uno sabe con certeza que ha tocado fondo así sabré cuántos puntos de inflexión ha tenido un beso muy fuerte que Dios te bendiga
Pues yo soy bastante exceptica. Migrañosa y fibromialgica. El dolor no me hunde. Hago mi vida, me cuido y me quiero. Cuido mi alimentación, tanto que el año pasado adelgace 22kg. Y aún así vivo con dolor extremo a diario. ¿Que más puedo hacer?
Hola Loreto, si no te lo crees y no lo sientes no funciona. Cambiar lo que piensas es la clave. Te pongo una entrevista en vídeo, para que veas el proceso de cambio.
ENTREVISTA A ROSABEL.
Un fuerte abrazo.