Hoy te traigo una entrevista que tenía muchas ganas de hacer.

Núria es una risueña profesora de Vitoria de 34 años de edad que ha preferido no mostrar su imagen.

Os hablé de ella en la entrada del blog titulada: "La escuela antimigraña del Doctor Goicoechea".

Fue una alumna para recordar ya que se curó totalmente de sus migrañas tras asistir a la clase acerca de pedagogía del dolor impartida por el neurólogo Arturo Goicoechea con la asistencia del fisioterapeuta Asier Merino.

Solo una clase. Solo hablar. Un power point y tres meses después, curación total.

Ojo, no es algo mágico. Detrás hay un trabajo personal de entendimiento, salida de la zona de confort y práctica valiente por parte de Núria.

Los milagros con la curación de la migraña no existen.

La valentía, la pedagogía, el trabajo personal y el enfrentamiento a los miedos sí.

Núria comparte hoy su experiencia como ex-migrañosa que espero te sirva de inspiración y algún día pueda entrevistarte a ti también.

Antes de comenzar con la entrevista, sólo recordarte que puedes leer también mi historia de exmigrañosa, y un artículo recopilatorio con todas las entrevistas titulado: "Ya no sufro migraña: resumen de entrevistas a exmigrañosos".

Séfora: Cuéntanos Núria, ¿cómo empezaron tus migrañas?

Núria: Empecé con migrañas en el año 2013 coincidiendo con un episodio en el que me encontraba a final de curso y estaba muy estresada. Llegué a tener una crisis que me duró una semana entera. Fui al médico porque no me parecía normal estar una semana entera con tanto dolor y me derivaron a Neurología. Allí me tuvieron en observación durante dos años. Mi neuróloga me recomendaba que apuntara todo aquello que me provocara migraña y que llevara un registro de las mismas. Si dormía más o menos, mi estado de ánimo, intensidad, comidas, duración... Llegué a obsesionarme. Durante dos años estuve muy pendiente de mis migrañas y tomaba medicación que intentaba evitar, porque no me gustaba nada medicarme. Al final de 2015 me dieron el alta médica. Mi neuróloga me dijo que, a pesar de darme el alta, me podía dar un tratamiento crónico preventivo, que era algo habitual en pacientes como yo. Yo le respondí que si me daba el alta no quería medicación. Hasta me examinaba el abdomen y me interrogaba acerca de mi familia. Todo tópicos que ahora veo que no tienen sentido.

Séfora: ¿Cómo eran tus migrañas?

Núria: Era un dolor intenso que me duraba unas cuantas horas y que comenzaba en una zona específica de la cabeza y se extendía. Al principio tomaba analgésicos, pero poco a poco dejé de tomar. En las últimas crisis llegué a vomitar. Me recetaban los triptanes, cosa que me sorprendió mucho, puesto que yo no podía tomarlos por mi riesgo de padecer hipertensión.

Séfora: ¿Qué estrategias usabas para gestionar tus migrañas?

Núria: Al principio hacía lo típico. Me intentaba relajar, a oscuras. Me aislaba del mundo en la cama o en el sofá. Pero nunca faltaba al trabajo. Solo una vez tuve que ausentarme por una fuerte aura. Era un episodio en el que solo veía puntitos blancos, no veía nada más. Tuve miedo y me fui a casa. Pero fíjate que estás tan predispuesto y condicionado a lo que esperas que al final sucede. Yo me decía, "después de una aura potente me va a venir un migrañón" y así era... En el curso con el Doctor Goicoechea hablaba con otras alumnas que decían que incluso sabían a qué hora iban a tener migraña y cuántas horas les iba a durar, estaban pendientes del tiempo que les quedaba para dejar de sufrir. Yo por ejemplo tuve una época que me bloquee con el baile. Y me agobiaba de tal manera ir a bailar los sábados, que todos tenía migraña. Y yo me preguntaba, ¿pero si ya no tengo estrés por el trabajo y estoy tranquila, por qué me duele la cabeza? Pero mi dolor era real, lo pasas muy mal y los compañeros de baile me decían: "menuda excusa", pero era real. De no poder aguantar ni un minuto más. Y ahora lo entiendo. Era un escape que usaba mi cuerpo para evitar la clase de baile.

Séfora: ¿Cómo ha sido tu proceso de curación?

Núria: He tenido unos 6 meses en los que yo no quería tomar medicación y aunque sabía que me iba a empezar una fuerte migraña no me tomaba nada. También llegó un momento en el que ya no me hacían efecto. Pero durante el curso con Arturo me creí sus palabras. Y me sentí muy a gusto con todo lo que explicó. Si que es verdad que he tenido un episodio en el que parece que la migraña quiere salir, pero no le dejo que lo haga. Le hablo al cerebro y le digo: "no hay dolor. No vas a dolerme. No me vas a fastidiar el día. No quiero que seas un estorbo en mi vida". Si hay un día que sales de trabajar cansado y estresado llega un momento en el que, cuando te relajas, te viene y le dices: "no, ahora no". Sabiendo la teoría de nuestro neurólogo favorito yo me ponía la radio más alta (que antes era un foco de migraña), y ahora ya no. Yo antes, por ejemplo, miraba mucho el viento. En la aplicación de meteorología del móvil estaba muy pendiente de cuándo iba a haber viento. Si ponía que el jueves habría viento, yo me decía "seguro que tengo migraña". Ya desde casa notaba el cambio de atmósfera y me afectaba. Acababa el día con una crisis. Pero es porque tú la has estado buscando. La semana pasada, aquí en Vitoria, hacía un viento de arrancarse los árboles. Y no me dolió la cabeza, pero nada de nada, cero. Porque el viento no te produce el dolor. También me molestaba mirar a la luz directa, y ahora me quedo mirando la lámpara, por ejemplo, y nada. Aún a veces tengo miedo porque es muy reciente, no vaya a venir una gorda, pero como me lo creo tanto me digo: "no, eso no va pasar nunca más."

Séfora: Es un miedo irracional.

Núria: Exacto. Ya estoy convencida de que el viento nunca más me va a dar migraña, y me lo creo. Y me estoy quitando ese miedo del todo. Recuerdo una compañera del curso que tuvo migraña un día que tenía boda, pensó que igual iba a tener y al final la tuvo y yo pienso, yo ya no tendré eso.

Séfora: ¿Qué consejo darías a las personas que aún sufren migraña?

Núria: Les diría que se crean que es posible. Que hay una solución. Con la ayuda del libro del Dr. Goicoechea, escuchándolo, y creyéndose de verdad que se puede. Da igual la intensidad o el tipo. Podéis salir de esto, podéis conseguirlo, no os va a entorpecer vuestra vida. Lo principal es creer que el cerebro no duele, no debe doler y cuando os venga (que os vendrá) pensad que se va a pasar, que vosotros tenéis el control y no vuestra cabeza. Nosotros mismos somos nuestro mayor enemigo porque nos predisponemos a ello y culturalmente tenemos muy arraigado lo que es una migraña y lo que tenemos que hacer: estar a oscuras, aislarte, sufrirla y ya se pasara. No te lo creas, porque tu caso como el de Séfora o el mío es un ejemplo de que se puede superar. Come chocolate, tómate una cerveza, duerme poco o mucho, ponte la música alta y si hay viento, ¡estupendo! Se puede vivir una vida sin dolor y sin medicación. Un consejo, cuando al principio siempre llevas la medicación en el bolso, poco a poco ponte metas, no lleves la medicación encima e intenta poco a poco desengancharte. Quítate esas ataduras que culturalmente nos han enseñado. Ponte metas cortas y exponte y, por supuesto, créetelo.

Séfora: Muchas gracias Núria por responder a mis preguntas.

Núria: Encantada de haberte conocido y ojalá ayude a muchísimas personas como a mí. Y de nuevo le doy al Doctor Goicoechea las gracias, mil gracias por hacer estas charlas y librarme del dolor y de todo lo que ha implicado en mi vida y en la de mi entorno. Y a ti por divulgarlo.

Núria ha compartido contigo una historia de creencias. De superación de su miedo y de aceptar y hacer realidad una vida sin dolor. Ella ya disfruta de poder decir: "cuando yo tenía migrañas...." Porque ya forman parte de su pasado.

Nos vemos en los comentarios, más abajo. ¿Qué te ha parecido la historia de Núria? ¿Tienes miedo a algunos alimentos o situaciones por si te provocan migrañas?

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