CÓMO TE SIENTES CUANDO TIENES MIGRAÑA

Cuando tienes migraña las personas de tu alrededor piensan que exageras.

Ellos creen que es como un dolor de cabeza, pero un poco más fuerte.

Lo que no saben es que una migraña es como si te taladraran el cerebro.

Una auténtica pesadilla, dos o tres veces a la semana.

Además, para no mostrar debilidad y no estropear los planes finges que no te pasa nada, dos pastillas y a seguir arrastrándote por la vida.

Como un zombi.

Pero lo que quieres de verdad es encerrarte en tu cuarto, bajar las persianas y hacerte un ovillo bajo las sábanas.

Al día siguiente te despiertas con un fuerte dolor y maldices tu mala suerte al heredar esta enfermedad.

Tu casa es como una farmacia, tienes un montón de píldoras de colores que te tomas cuando empiezas a ver estrellitas de colores intentando evitar el taladrante dolor.

Tu estómago está destrozado. Además, has probado todos los remedios naturales.

Al principio has notado una leve mejoría, pero luego todo sigue igual.

Te resignas, debes aprender a sobrellevarla para toda la vida.  

RESIGNACIÓN Y CURACIÓN

Yo estaba justo en este punto, resignada.

No tenía ni idea de que las migrañas podían curarse.

Lo único que yo buscaba era tener mejor salud y ser feliz.

Para ello me obsesioné con tres aspectos: deporte, alimentación y estados mentales.

La clave para mi curación total y permanente fue la comprensión y mejora de multitud de aspectos mentales. Era muy autocrítica. Todo lo que hacía debía ser perfecto.

Y para ello me esforzaba al máximo sin importarme las consecuencias.

También era muy exigente conmigo misma y con los demás. No permitía ni un fallo en las personas que me rodeaban y, cuando yo los cometía me hundía.

Cuando me refiero a no permitir un fallo no significa que hicieran las cosas bien o mal, sino que no se hicieran “a mi manera”.

Si los demás no hacían las tareas exactamente como a mí me gustaban y como debían ser hechas sufría un terremoto emocional.

Mi autoestima era baja. Siempre pensaba que lo podía haber hecho mejor. Y me castigaba mentalmente por no ser perfecta en todos los aspectos.

También me sentía culpable.

Las migrañas perjudicaban los planes familiares.

Cada vez más estímulos desembocaban en una crisis.

Mi cerebro cada vez era más sensible a cualquier situación acabando en una migraña de campeonato. Así que contantemente en mi cabeza había un diálogo mental interno destructivo con ideas ping-pong.

Estas son como yo llamo a esos pensamientos negativos que rebotan dentro de tu cabeza como una pelota de ping-pong y que no puedes parar, pese a que sabes que te están haciendo daño.

Todos estos ingredientes: la autocrítica, la exigencia conmigo misma y con los demás, la baja autoestima y la culpabilidad siempre daban el mismo resultado. Una migraña de campeonato. Entonces me molestaba la luz y el ruido. Ya no quería ver ni oír nada en mi vida.

No tenía fuerzas para vivir. Hasta que aprendí a modificar mis pensamientos mediante la meditación que me enseñó herramientas para redirigir estos pensamientos negativos hacia otros positivos y realistas.

Entendí que era una reacción de mi cuerpo y mi mente equivocada, y que debía reprogramar y cambiar para no obtener siempre el mismo resultado: migraña día sí y día también.

En mi vida empezó a desaparecer el drama, las peleas y el control.

Me permitía ser imperfecta y parar mis pensamientos ping-pong.

Conseguí la mayor victoria de mi vida sin saber que estaba tomando el camino correcto. Cuando esto me sucedió me quedé perpleja porque mis migrañas desaparecieron PARA SIEMPRE.

La vida sin dolor constante es increíble. Cuando comprendas que tus migrañas no se deben a la mala suerte o la herencia tendrás una gran batalla ganada y podrás curarte como hice yo. Se deben a tus pensamientos.

A pensamientos negativos que no puedes controlar y que hacen que día a día tu cerebro se hace más sensible a estímulos que no sabes cómo gestionar.

Has aprendido día a día y minuto a minuto a generar dolor para apartarte de esos estímulos y estar en el cómodo y seguro espacio de tu habitación.

A solas. Yo tuve suerte de encontrar la solución sin buscarla y que nadie te explica. Una vez la interiorices está en tu mano pasar a la acción.

¿Habías oído alguna vez que las migrañas pueden curarse para siempre?

¿Qué cosas has probado tú para eliminar tus migrañas?

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